Calidez y silencio se unen en un paisaje memorable para un momento tan especial. La falta de luz por el ocaso entrante dificulta las tomas, pero es aprovechado para crear un ambiente único. Lo importante, la quietud, esa misma que se respira en el ambiente.

Este reportaje fue realizado en el paraje de los Barrancos, en el Desierto de Abanilla (Murcia), un paraje de gran espectacularidad y muy cercano y desconocido. El ambiente no distrae, y la Luna Llena acompaña a la pareja, que, junto al atrezzo, proporciona un punto místico al momento.

 

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