Añoro el azul oscuro del cielo iluminado por el resplandor de la Luna. Creo que esta fué la última vez que la observé durante horas. Quise entonces quedarme con ese momento. Mi cámara hizo el resto.

Vuelas tu dron y te encuentras absorto en los suaves movimientos que debes realizar para que tus tomas de video no se arruinen con bruscos saltos. Cuando esa tensión finaliza porque la das por finalizada de manera satisfactoria, es cuando crees que debes capturar ese bello paisaje que sobrevuelas con una imagen fija.
A veces una ventana, otras quizás un difusor en Strobist con un simple flash de mano, o simplemente los ajustes de la cámara necesarios para tratar la luz y contrastarla hasta los límites.
Iba ya por los 15 años, tras largos periodos de ahorro, vino la adquisición de la primera cámara de fotos reflex analógica, nada menos que una Zenit 122, una cámara rusa pesada como una sandía, con fotómetro de tres luces y objetivo de 50 mm que hacía unas fotografías de película.
La Alhambra, mil veces sería visitada y mil veces fotografiada. Esa atmósfera histórica es difícil de encontrar en otros lugares de nuestra geografía. Ese es el motivo por el que no puedes visitarla sin la cámara. No hay memoria digital suficiente para captar todos sus rincones.
Madrid en Diciembre es especial. Sus jardines atienden a la necesidad de calma en una urbe de movimiento a veces indecente. Pasear y fotografiar por sus parques y jardines llena de emociones.
Calidez y silencio se unen en un paisaje memorable para un momento tan especial. La falta de luz por el ocaso entrante dificulta las tomas, pero es aprovechado para crear un ambienteLeer más…
Cada rincón, cada piedra y cada ladrillo apilados uno sobre otro formando aquellas fachadas cetenarias, cada onda del agua que llenan los canales, cada ventana, mirador y cada puerta hechas de esa madera que parece sobrevivir al ambiente empapado de colores ocres y verdes turquesa, Así es Venecia, así fue Venecia…
Si este es el último atardecer, quizás merecerá la pena que mañana sea el fin del mundo… Ya no hacen falta más atardeceres…

Mayo de 2012. El Museo Salzillo de Murcia abre sus puertas y permite la entrada con cámaras. Aprovecho pues.