Drones y Geografía, una simbiosis apasionante
Soy geógrafo, amante de la naturaleza, estudioso de los paisajes y fotógrafo de pasión. Era de esperar que un artilugio que hago volar bajo mi control y que me permite capturar desde una perspectiva imposible cada mínimo detalle del paisaje que observo, hiciera que los drones se convirtieran para mi de una simple curiosidad a una necesidad.
Pero, ¿y por qué es tan interesante el uso de este instrumento para la disciplina geográfica?
Una de las principales capacitaciones de un geógrafo es la de conocer, comprender e interpretar el territorio e interrelacionar el medio físico y ambiental con la esfera social y humana.
Básicamente es, saber leer el paisaje, la diversidad y la complejidad de los territorios, y cómo han interactuado las distintas acciones humanas con el medio ambiente, tanto en lo económico, en lo social y lo cultural.
Pues bien, en la actualidad existen tecnologías que hace muy pocos años no existían, y que son herramientas fabulosas en la interpretación de esos paisajes, y entre ellos están estos aparatos, los drones…
La visualización del territorio desde una perspectiva distinta a la que podemos observar a nivel del suelo ha supuesto un avance tremendo no solo para las ciencias geográficas, sino también para la ingeniería, la geología, la climatología, la hidrología y la vigilancia y seguridad, y un largo etcétera…
En el ámbito geográfico imágenes tomadas desde el aire permiten, con los sistemas de información geográfica, por ejemplo, armar cartografías, mapas topográficos, urbanos, diferenciar tipos de usos del suelo, … Y en otro ámbitos, acceder a una zona de desastre, o remover escombros tras un sismo con drones construidos específicamente para esta clase de labores.
En definitiva, existen infinidad de usos en el ámbito científico y profesional de estos aparatos.
Pero, y qué pasa con el uso recreativo. ¿Cómo un geógrafo, que actualmente no ejerce como geógrafo, puede tener tanto interés en esta tecnología?
Bien, todo viene por lo mismo. Cuando yo estudié la carrera de Geografía, ya hace más de 20 años, esta tecnología y mucha de la que actualmente tenemos a disposición de cualquier persona, simplemente no existía, hablamos de que Internet estaba en sus inicios, los GPS costaban miles de euros y solo estaban al alcance de las Universidades y de unos pocos profesionales, !!No existía Google Earth!!
Es por tanto, el permanecer ahí, no perder la conexión con esa disciplina que tanto me dio entonces y de la que tanto nos podemos aprovechar con esta nueva tecnología, es seguir interpretando el paisaje que nos rodea, el compartirlo con los demás. Y qué mejor que seguir haciendo eso con esta maravillosa herramienta, los drones.
Lo que suponen los drones para los amantes de la fotografía
¿Y si añadimos al interés hacia los drones como geógrafo, la pasión por la fotografía?
Pues alcanzas la combinación perfecta.
Imaginaos, vuelas tu dron y te encuentras absorto en los suaves movimientos que debes realizar para que tus tomas de video no se arruinen con bruscos saltos. De repente, decides capturar ese bello paisaje que sobrevuelas con una imagen fija. Cambias el modo en tu mando y pulsas el botón tras el encuadre perfecto. Como resultado, obtienes una fotografía única, que posiblemente nadie más en la historia haya hecho. Y es cuando la visualizas en la pantalla de tu monitor, mientras procesas la fotografía, cuando realmente aprecias la grandiosidad de la captura.
¿Entendéis ahora por qué un geógrafo, amante de la fotografía, y del medio ambiente, no tiene más que sentirse apasionado por estos aparatos?
Mis inicios con los drones
Mi primer dron comprado a finales del 2018, un Eachine E58, aunque se volara muy bién, podía considerarse como un juguete por sus características y calidad.
Pero al poco de comprarlo, tuve en mis manos la oportunidad de probar algo más serio, un DJI Spark, con grabación de vídeo en Full HD y un control que me ponía los pelos de punta. A las dos semanas de probarlo ya tenía el mío. (Gracias Luis Suárez por poner tu dron en mis manos).
Y vaya si le di provecho a mi Spark, creo que ha volado, allí donde se puede, en casi toda la Región de Murcia. Durante un año, y a pesar de que su batería no daba para mucho disfrute, pude volarlo durante más de 142 kilómetros en total.
Tras un año con el Spark subí de nivel con el DJI Mavic Pro, esto son palabras mayores. Aunque he intentado exprimir todo lo que da de sí, estoy seguro de que lo seguiré disfrutando como si estuviera montado en su lomo.
He aprendido mucho en este tiempo sobre el mundo de los drones y lo polémicos que son. Ahora entenderéis por qué.
No todo es alegría: El difícil mundo de los pilotos de drones
Una nueva regulación a nivel europeo nos obliga a formarnos como pilotos de drones y conocer al menos lo mínimo en cuanto a seguridad, porque no nos engañemos, los drones no son juguetes, son aeronaves que tienen que compartir el espacio aéreo con otras aeronaves. Pilotar un dron supone una gran responsabilidad. Y por eso estoy totalmente de acuerdo con la obligación de conocer las obligaciones y limitaciones de los pilotos de drones y UAS.
Otra cosa es que estemos de acuerdo con esas limitaciones. Seamos sinceros, la legislación en España es muy restrictiva y a veces roza lo absurdo.
Siempre pendiente del mapa de Enaire para saber si allí donde quiero ir puedo volar, y demasiadas veces llevándome decepciones. Esperemos que cambie la legislación en breve y nos permitan disfrutar en más lugares de esta pasión.
No siempre volar un dron es un disfrute, puede generar tanto estrés como una actividad de la que no disfrutas. Siempre atento para cumplir las normas, a que nadie te moleste mientras estás concentrado en el vuelo, rezas para que esa bandada de pájaros no se acerque a tu dron, y no digamos si pierdes de repente la conexión con el dron…
Pero cuando aterrizas, la satisfacción es tremenda. Ya estás deseando ver las tomas una y otra vez, editar las imágenes y compartirlas para mostrar a tus seguidores la belleza del paisaje que te rodea desde otra perspectiva diferente. Y enseguida piensas en el próximo vuelo.
Me encanta compartir y divulgar: me hago Youtuber
Desde que subí mi primer video en 2007, parece que al fin encuentro el objetivo de mi canal de Youtube. En febrero de 2019 subo mi primer video realizado con tomas aéreas, y desde entonces no he parado de darle movimiento.
Y llega el momento en que doy un paso adelante y decido aparecer en persona en los videos del canal, videos divulgativos sobre lo que se puede hacer con los drones, explicación de la normativa europea de drones UAS, cómo planificar tus vuelos, vuelos comentados, explicación de los paisajes, etc. A pesar de que no sea algo que se me de muy bien, tiene una aceptación que me asombra y de la cual me nutro para seguir con la motivación de seguir publicando.
Sois y seréis, mientras la normativa me lo permita y no pierda la pasión, testigos de todos mis vuelos, y espero que os gusten tanto como a mi.
Mi primer vuelo con el DJI Mavic Pro
Mi primer video en persona
Estoy de acuerdo con que a veces volar el dron genera mucho estrés hasta el punto de que da ansiedad. Por eso me alejo siempre tanto como puedo de aquello que me pueda distraer mientras piloto. Gracias por este post tan interesante y el vídeo del canal